Rodrigues-Moura, EnriqueEnriqueRodrigues-Moura0000-0002-7204-01972022-03-032022-03-032022https://fis.uni-bamberg.de/handle/uniba/52682La literatura fue concebida a partir de mediados del siglo XVIII como un objeto estético autónomo, lo que la libraría de cualquier determinismo social, pues estaría dirigida a una subjetividad libre y tendría la importante función de educar a los individuos a ser mejores personas –rescoldos del «vir bonus» horaciano–, obviamente según unos valores predeterminados por unas élites dirigentes que establecían el canon aconsejable y la interpretación pertinente. Y a la hora de decidir qué acontecimientos, qué hechos, qué textos son los relevantes, es importante retener la reflexión de Hegel sobre su concepción de una historia filosófica o reflexiva, la cual debería renunciar a enumerar cronológicamente la mayor cantidad posible de hechos, hazaña que sería interminable, para elegir qué sucesos podrían ser considerados acontecimientos dignos de ser reseñados y comentados. Y quien dice acontecimientos, dice textos: qué textos literarios pasan a ser los considerados canónicos. La necesidad de activar la capacidad de abstracción para reflexionar sobre el pasado exige que sea el pensamiento la instancia que asuma la autoridad del epitomador, aquel que escribe epítomes, es decir, resúmenes o compendios de una obra extensa, con la finalidad de exponer lo fundamental o más preciso de la materia tratada en estas obras. Y el pensamiento epitomador que elaboró las primeras historias nacionales y escogió las obras representativas y propuso sus interpretaciones canónicas tenía un discurso eurocéntrico y heteropatriarcal. Buscaba un sentido de continuidad y de progreso entre el presente y el pasado, ambos tiempos históricos, y ansiaba un consenso ideológico para la construcción de un proyecto nacional, que era nacionalista. Así se consolidó un corpus e interpretación canónicos de las literaturas nacionales de occidente, hasta su reciente crisis. Desde finales del siglo XX la discusión acerca del canon presenta posturas que abogan por defenderlo sin cambios profundos (textos e interpretaciones), pero también líneas que proponen matizar las interpretaciones canónicas y, muy activos, se exponen sólidos argumentos a favor de la revisión del canon heredado a la vez que impulsores de un canon alternativo, etc. La solidez del canon entró en crisis cuando un número cada vez mayor de individuos, comunidades o grupos sociales dejaron de sentirse identificados con esos textos, sintieron que no los representaban. Estos comenzaron a proponer textos canónicos de autores alternativos que representasen mejor sus propias concepciones identitarias. En consecuencia, la muerte del autor defendida por Barthes o Foucault a finales del siglo XX habría durado poco tiempo, pero ahora no sería tanto el momento de rescatar al autor (o autora) como individuo, sino como representante de un determinado grupo que se considera marginado. La presente disputa sobre el canon versa sobre la identidad de los autores (y las autoras) que se sienten excluidos y ahora exigen representación pública como grupo social. Actualmente luchan por tener cauces para hacer oír sus voces.spaCanonTeoría literariaRomaniaLiteratura NacionalDisensosSubalternidadArteIngenioImitatioKunstliteraturTrivialliteratur840860Introduction : Disensos al canon literario. Angola, Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y FranciaLiterary canon in dissent: Angola, Argentina, Brazil, Colombia, Ecuador, and Francearticleurn:nbn:de:bvb:473-irb-526822